miércoles, 3 de julio de 2013

Poema sin espacio para versos

Este poco espacio para palabras,
esta obra de teatro en verso,
a cada paso me cambia de actores,
me los esconde, no los encuentro.

Me cuesta tanto quitar el ruido a los reencuentros,
que mis pasos se confunden,
entre las pocas palabras de una muchedumbre hambrienta.

Cambian las luces, los pies de los diálogos,
no hay forma de recitar un coloquio.
Los personajes entran y salen, sin sentido.

El escritor, se pasa todo el día deslumbrado,
por el reflejo que le persigue,
hablando a todos los vientos.
No hay director de escena.

El estreno no llega nunca,
los reflejos de vidas dignas de poemas,
no encuentran respuestas,
los ensayos no se trabajan.

En este poco espacio improvisado,
no cabe un actor que recita su personaje a diario,
frente a su espejo.

El error no es de espacio o de tiempo.
es el título.
Quien podría construir una epopeya en verso?
Con ese título.

La luna dicta mis pasos,
es celosa de sus sombras y reflejos,
se empeña en guiar la tinta de mis venas,
lejos del olvido de un recuerdo.

Este poco espacio,
es parte de un sueño de almohada despierto,
en el rincón de la ventana de una cocina.
Desencantado con su recitar.

Alguien llama a mi puerta?
Cruzaré por fin rimas?

Habla buen personaje…

-soy el regidor sin oficio, solo quería decirte, que ya estas fuera de escena.-

jueves, 2 de mayo de 2013

Caminando, somos todos iguales.



Caminando por el túnel,
que dejaba ver el cielo,
se me puso Dios a la par.
 
Me dijo sin palabras,
sin miradas ni caricias,
sin importarle a quien hablaba.
 
- En tu final, cuando dejes de caminar, te espero.-
 
Apreté el paso,
y al dejar de verlo,
se me cerro el cielo.
 
Corrí como si me fuese la vida en ello.
tropecé, rodé por el suelo,
pero seguí… seguí corriendo.
 
Cuando mi espíritu abandonaba ya mi cuerpo,
el miedo se adueño de mis pasos.
 
Desde entonces sigo caminando,
por el túnel que dejaba ver el cielo,
pero ya no necesito verlo.
 
Atrás quedaron muy lejos,
el miedo y dios.
 
Ahora cada vez más caminantes,
acompañan mi camino,
reímos, lloramos y sangramos juntos.
 
Caminamos siempre al paso,
sin miedo a túneles y cielos,
libres de dioses,
nos miramos a la cara,
nos reconocemos,
iguales.

viernes, 15 de marzo de 2013

Manuscrito de Neruda. Cartas sin envíar.



Le pregunte una vez a mi amigo Ramón, compartiendo el final de una mesa…
 
-¡Y tu! ¿Cómo comenzaste a escribir?-
 
Me recline, sabedor de una respuesta de los tiempos que aviva el vino.  Acomode mi cuerpo  al banco de mi cocina y me prepare para escuchar la voz del autor del poema “el agua mancha”.
 
-Amigo Pablo, yo, solo escribo  desordenado, para poder seguir teniendo mi tiempo, lo que no reflejo en unas letras, se pierde en mi memoria.-
 
Tan solo pude aplaudir, con los ojos cerrados.
 
Nos interrumpieron el momento,
las sonrisas que nos hacen saber quien somos.
 

sábado, 5 de enero de 2013

Vete y vuelve, me digo siempre.



No me mires así, con esa profundidad hiriente.
esta noche no te sientes a mi lado.
 
Pasa de largo y llévate, la soledad que te trae.
 
Déjame la esperanza, déjame con la Luna,
con la hoja de otoño, déjame...
como se deja a un vagabundo.
 
Llévate las letras de cartas,
sin magia para cuentos de gigantes pequeños.
 
Llévate el tiempo para siempre.
 
Hoy no vuelvas a mirarme,
como me miras siempre,
desde el espejo.
 
Me esperan amaneceres,
que nunca dejaré que te lleves.
 
Vete, y vuelve,
cuando no tenga nada que contarte.