Creo que fue navegando,
entre las olas de aquel mar de la luna,
que descubrí...
Enormes praderas de palabras.
A la grupa de una coma,
siguiendo el camino de una silueta,
recorrí estelas de espuma,
fragancias olvidadas al compás de tu caja de música.
Danzabas grácil,
trazando las más bellas figuras,
vuelos de sueños, grandes caídas,
susurros de agua contenidos en el dibujo de una pluma,
figuras de ríos...que atravesaban mares de firmamentos,
grabados en rostros de poetas.
Hasta que un día nos toco el dedo de dios,
prometiéndonos el paraíso.
La caja de música se cerró y te perdí para siempre.
Mi Bella Sombra
